El primero quedó en casa
Boca derrotó 2-0 a Palmeiras y picó en punta en las semifinales de la Libertadores. El Pipa Benedetto rompió la sequía y anotó los dos goles del triunfo Xeneize en una Bombonera colmada.
El partido de ida de las semifinales de la Libertadores se jugó más con la cabeza y el corazón que con acciones fluidas. Después de ver el River-Gremio de la noche anterior, ambos equipos tomaron nota de la importancia de cada balón detenido, de todas las fricciones en la mitad de la cancha y eso derivó en un choque monótono. Boca tuvo la suya en un tiro lejano de Olaza, pero Weverton respondió bien y se quedó con la redonda.
El comienzo del segundo tiempo tuvo la misma tónica que el primero. El conjunto paulista jamás pudo mostrar en la Bombonera los pergaminos que supo conseguir en los distintos torneos brasileños y en la propia Libertadores, pero Boca esperó el momento justo para desnivelar. Olaza exigió a Weverton en un tiro libre, pero el que desató la locura en la Bombonera fue Benedetto. Primero poniendo la cabeza en un tiro de esquina y luego sacando un latigazo de los que eran habituales antes de su lesión. Un 2-0 reconfortante para soportar los minutos finales.
Enorme victoria del equipo de Guillermo. Boca supo jugar el partido cuando hubo que usar el cerebro, lo peleó cuando fue necesario, y lo liquidó sobre el final. Una ráfaga mortal de Benedetto selló un 2-0 importantísimo de cara a la revancha. Primero estará el duelo ante Gimnasia por la Superliga (sábado desde las 17:15 en la La Plata), pero la mente de todos ya se transportó hacia el miércoles 21:45, más precisamente en la capital paulista. Hasta entonces.
Fuente: Departamento de Prensa Boca Juniors